
Iglesia de Cafayate Nocturna. Foto: Eliseo Miciu
Es el corazón de los Valles Calchaquíes. Flanqueado por ríos y dentro de un cinturón de viñedos y bodegas de alta calidad, es un destino imperdible para los visitantes del mundo.
Febrero es sinónimo de "Serenata", uno de los festivales folclóricos de mayor convocatoria, y durante todo el año se realizan exposiciones artesanales, hay peñas y boliches, y visitas al Museo Arqueológico de Bravo. Una senda conduce a San Isidro, donde pueden apreciarse cuevas con pinturas rupestres; también se realizan caminatas al río Colorado, travesías en bicicleta y caballos, o trekking. Cerca están los médanos o dunas, arenales blancos que seducen a los viajeros por las caprichosas figuras que forma el viento, sobre todo cuando se camina a la luz de la luna. La visita a las bodegas lleva a degustar vinos de nivel internacional como el Torrontés, un varietal único en el mundo. Son singulares las excursiones guiadas a Yacochuya -lugar de viñedos con un lago con exuberancia vegetal-. Poco antes de llegar a Animaná, está el camino hacia Tolombón -ruinas de una población fortificada de tiempos precolombinos- y una importante bodega de vinos y champagne de excelente factura.
Mayor Información: Municipalidad de Cafayte: turismocafayate@hotmail.com.ar