Chicoana y Cuesta del Obispo - Valle de Lerma

Valle Encantado. Foto: Rubén Japas

Un pueblo gaucho fiel a sus tradiciones, conserva un aire de otros tiempos en sus viejas casonas. Es la perfecta combinación de cerros, montañas y verde vegetación.

Siguiendo por la ruta nacional 33, se llega a la Quebrada del Escoipe con su valle agrícola de cerros multicolores, vegetación exuberante y tierras rojizas. Sus domingos de familia tienen actividades que invitan a disfrutar de la gastronomía regional y fiestas tradicionales. Durante todo el año se realizan caminatas, cabalgatas y otras excursiones. A pocos kilómetros, el camino sigue en un despliegue de panoramas diversos, la Cuesta del Obispo con sus curvas ascendiendo a una altura de 3348 msnm., para llegar a Piedra del Molino -su punto más alto. 
A un costado del viboreante camino de la Cuesta del Obispo sorprende el Valle Encantado. Aquí hay una laguna engarzada entre prados de altura y formaciones rocosas coloradas, donde las nubes acunan un suelo muy cerca de Piedra del Molino, (3.348 metros) el sitio más alto de la ruta hacia Cachi.
El encanto del valle se vislumbra desde el pie de la Cuesta del Obispo cuando se observa al Torreón de la Cuesta (3.280 metros), una especie de guardián del sitio. Cuando se hace cumbre en esta montaña se tiene una panorámica del valle que es para el asombro.
Por el recorrido interior del Valle Encantado se puede ver a los cóndores cuando toman agua en bebederos naturales (unas enormes piedras que tienen hendiduras donde se almacena el agua de las lluvias). Si se recuesta a un costado de las piedras puede maravillarse con el majestuoso vuelo del rey de los Andes, a escasos metros de altura.
Camara de Turismo y Comercio de Chicoana
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